martes, 18 de octubre de 2011

LAS DOS CARAS DEL MANCHESTER CITY


El día, la Premier; la noche es Europa.

Así de tajante se puede reducir hasta ahora el periplo de Roberto Mancini a cargo del equipo más rico del mundo. Tras la llegada del técnico italiano el City ha ido creciendo en notoriedad, tanto por sus crecientes victorias como por sus también crecientes inversiones.

Su primera temporada fue un impás pese a las expectativas, enterradas tras aquel histórico y fatídico partido contra el Tottenham en que perdieron la cuarta plaza que daba acceso a Champions en detrimento de los londinenses.

En la temporada 2010-2011, en el primer verano que la ventana de fichajes coincidió con Roberto Mancini en la banqueta (la temporada anterior se hizo cargo del equipo empezada ya la temporada), las llegadas de Touré Yaya, Silva y Kolarov entre otros ilusionaron a la afición del City of Manchester a la vez que rebajaban el retorno en las apuestas a favor de un City ganador. Una inversión de más de 80 millones de euros no fue suficiente para contentar al técnico italiano y, tras un inicio de temporada algo irregular y en gran parte decepcionante, se hizo en el mercado de invierno por 32 millones de euros con el delantero del Wolsburgo Edin Dzeko.

Dicha temporada finalizó con una clasificación histórica, ese año así, para la Champions League y con unos altibajos ligueros que Mancini se encaragaría de maquillar con la incorporación de nuevas figuras mundiales este pasado verano. Si bien la gran decepción blue sobrevino en la Europa League, donde eran claros candidatos a ganarla y en la que cayeron con estrépito ante el Dinamo de Kiev muy lejos todavía de la final.

Este año vemos a un City potentísimo. Tras la llegada del Kun Agüero por 45 millones de euros, Nasri y Clichy entre otros, su superioridad se imponía sobre el resto de equipos de la Premier, incluídos United y Chelsea. Con un equipo cargado de estrellas del centro del campo en adelante no debe sorprender su primera posición liguera. Tal vez sí lo apabullante de esta, con 7 victorias y 1 sólo empate, definidos por 27 goles a favor y tan solo 6 en contra. De seguir así, números de campeón prematuro.

Otra cara vemos de nuevo en Europa. Tras la decepción de la pasada Europa League, hacer un buen papel en Champions se convierte en obsesión para Al Mubarak, amo del City. Pero un grupo de la muerte junto con Bayern Munich, Nápoles y Villarreal, y un inicio alarmante en la competición, hicieron sonar las alarmas. Alarmas que hoy el Kun Agüero ha silenciado con su gol sobre la bozina en el 93 y que da alas a los de Mancini para seguir creyendo en algo más que el tercer puesto que da acceso a la Europa League.

Pero amigos míos, un entrenador que con tamaña plantilla hace declaraciones en que afirma que sin más refuerzos no puede aspirar a ganar la Premier, y una filosofía basada en la defensa que cuando le falla abandona por completo para amontonar delanteros en busca de un gol milagroso, no son mimbres de un entrenador de élite. Mancini seguirá ganando títulos o no, pero ni acumular destructores asegura no encajar, ni amontonar hasta 4 delanteros centros es sinónimo de gol. Variantes pobres para un equipo obligado a aspirar a todo.

Redactor - Roger Llorens

3 comentarios:

Bernat dijo...

La verdad es que hoy el City me ha decepcionado muchísimo, pese a los grandes jugadores que tiene en Champions no se le ve un estilo definido y solo crea peligro cuando un crack hace una genialidad, ya sea Aguero, Nasri o incluso Dzeko que está demostrando ser un gran fichaje pese a su precio.

sentir1907 dijo...

No se si estais de acuerdo conmigo pero fue un partido extraño no se , no muchas ocasiones , y al final pues lo jodido para los villarrealenses , en un partido que no tuvo mucha historia , pero claro como hasta el rabo todo es toro...... ¡ Un saludo ¡

Bernat y Roger dijo...

@Bernat:
El City da pena. Cada nuevo fichaje que pide Mancini hace que el equipo se le quede más grande.

@sentir1907:
Efectivamente, fue un partido raro pero que el City no supo controlar. Por jugadores y factor cancha debería haberse visto una diferencia mucho mayor. Sin embargo salvo algún arreón esporádico los de Mancini naufragaban en la creación.