Espectáculo goleador entre dos equipos, actualmente, mediocres. Es una obviedad que Barça i Madrid no pasan su mejor momento de la temporada. Los culés inmersos en una debacle que les ha llevado a perder el tren de Europa y a descolgarse de la cabeza de la liga. Los blancos con un juego entrecortado y poco resultadista, que ese era el objetivo a inicios de la campaña.

Y cuando una táctica no se domina vienen las contras letales, y más si las culmina un killer como Van Nistelrooy, que vio con incredulidad como le quedaba una pelota mansa y amable en sus pies con un Valdés descolocado y sin un marcador a menos de 5 metros. 1-0 y comienzan los murmullos en el campo, un gol en el minuto 4 no estaba previsto en el esquema de Rijkaard ni en el de los seguidores culés.

1-2 y volvían las quejas entremezcladas con gritos de apoyo y ánimo entre la afición. Los escasos seguidores blancos desplazados al Camp Nou no cabían en su asombro ante la efectividad y clarividencia con que el Madrid arroyaba a la contra al Barça. Todas las apuestas daban por favorito al conjunto blaugrana y, de hecho, sobre el campo se veía que la posesión y el criterio ofensivo lo ponían los culés. El problema es que ocurría todo lo contrario una vez perdían el balón y se veían obligados a recular con urgencia.
Más magia argentina de Messi que aprovechó una de las pocas jugadas individuales que consiguieron trenzar Eto'o y Ronaldinho, los grandes ausentes de la velada. Segundo gol del crack argentino que devolvía las tablas al marcador y la templanza a los seguidores blaugranas

Media parte y quedaba otra con muchas incógnitas, con un Barça que debía reestructurarse tras la expulsión de uno de sus tres centrales y un Madrid que sin descuidarse defensivamente debía buscar el tanto de la victoria para no desaprovechar esta evidente ventaja.
El arranque de la segunda parte llevó a Eto'o al banquillo y a Silvinho a la defensa. Este periodo, salvo los goles, fue muy monótono. El Barça mimaba el balón sin encontrar espacios, con imprecisiones y sufriendo mucho en los contraataques. De no ser por Valdés y el buen partido de Thuram, a los 20 minutos el Madrid podría haber anotado uno o dos goles. Otra gran actuación de Valdés, que comienza a recordar el papel que ha desempeñado en los dos últimos años Casillas en el Madrid. Pero poco más duró la resistencia blaugrana a las peligrosas contras merengues. Esta vez no fue de contraataque sino en su otra gran laguna, los jugadas a balón parado. Centro al borde del área pequeña, Ramos gana la posición claramente a Puyol que evidencia su poderío aéreo, y el balón entra con violencia al fondo de la red ante la mirada petrificada de Valdés.
Parecía que el partido estaba acabado y el Barça no conseguía superar el hándicap de jugar con uno menos pese a que últimamente este factor había sido un revulsivo para los de Frank Rikjaard. Capello buscaba zanjar la victoria con la entrada de De La Red y el Barça lo intentaba con más ganas que cabeza. Un Ronaldinho desparecido durante todo el partido no daba señales de vida y, otra vez más, Rijkaard no se atrevía a sentarlo. Pero sin duda no era la noche del brasileño, quien en el minuto 90 cedió un pase a Messi para que él solo dejara atrás con su aceleración innata a media defensa blanca y colocará un potente disparo al palo largo ante la desesperación, una vez más, de Casillas.
Esa fue la imagen del partido, el abrazo entre Ronaldinho y Messi, pasado y futuro. Sin duda Ronaldinho no ha dado la talla durante toda la temporada pero, a diferencia del año pasado, este año tampoco lo ha hecho en los partidos en que el mejor jugador del mundo debía marcar la diferencia.
Reparto de puntos que no agrada ni a merengues ni a culés, a los primeros porque son insuficientes para reengancharse al tren de la liga, y a los segundos porque un Barça superior y jugando en su cancha no puede dejar escapar 2 puntos de oro si realmente quiere seguir luchando por el liderato, en una de las ligas más reñidas de los últimos años.
Del árbitro, como podéis comprobar, no hablo, pues lejos de que se haya podido equivocar en alguna jugada, no ha sido determinante para el desenlace del partido, y no deben buscar escusas en los colegiados ante este marcador ni un equipo ni el otro. Un punto se queda en Barcelona y otro punto vuela a Madrid, pero la liga sigue mañana, no hay tregua.
El Sevilla tiene su enésima oportunidad para dar un golpe sobre la mesa y distanciarse en la cabeza de la clasificación, ¿lo dará esta vez de forma definitiva?
Bernat y Roger
5 comentarios:
Partido con remontada, y siendo uno menos (¿dos menos si contamos a Naldo?)...no está mal.
Messi, un semidiós. Y Valdés, va por el camino.
!!Crónica muy acertada chicos!!
!Seguid adelante!
Valdés no es portero para el barsa, es indeciso y se las traga casi todas.
Quizás no sea ni el más seguro con los pies ni el más sobrio por alto, pero es indudable que en los últimos partidos ha salvado muchos goles y puntos.
Que con eso sea suficiente para decir que es portero para el Barça...mmm... es es otro tema! ;)
Aunque si que es verdad que las defensas de los dos equipos no estuvieron muy acertadas, eso para mi hizo que el partido fuera mucho más interesante ya que se veían goles y para mi ha sido uno de los partidos más vibrantes de esta temporada del Barça.
Para acabar mejor jugador del partido, sin duda MESSI :)
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