JOEL CAMPBELL, EL LEGADO DE LAS AMÉRICAS CRUZADAS

La última Copa América nos dejó muchas sorpresas. Todos recordamos la tanda de penalties de Brasil, incapaces de anotar un solo gol, o el triste final de Argentina. Sin embargo, entre las notas sorprendentes, encontramos un joven talento. Uno de los protagonistas del torneo, no solo por el juego, sino por los números de sus goles, fue Joel Campbell. El joven costarricense es hoy por hoy uno de los atacantes con más esperanzas tanto en América como en el viejo continente.

Tanto revuelo tuvo su actuación que los clubs se apresuraron en las negociaciones. La primera opción fue el Arsenal  inglés por 2 millones de euros, cifra más que rentable a largo plazo para un jugador con tanta proyección. Sin embargo, como ocurre en muchas ocasiones, las negociaciones se congelaron, aunque conociendo la filosofía de Arsene Wenger, no cabía ninguna duda que la llegada de Campbell al equipo londinense era tan solo cuestión de tiempo. Otros grandes de Europa como Real Madrid, Fiorentina o Sevilla también apostaron por él, sobretodo el equipo hispalense. Tras la marcha de Luis Fabiano, el ataque sevillista quedó medio huérfano, si bien ahora parece que Negredo resurge de nuevo. Kanouté ya no tiene ritmo para los 90 minutos y con el jugador español lesionado, el Sevilla ha demostrado ciertas carencias ofensivas. Así pues, hubiera sido una opción muy acertada. 

 

Así pues, finalmente, Campbell llegó a Londres para vestirse la elástica del Arsenal, aunque fue pronto cedido, pues no contar con el requisito mínimo de minutos con su selección impedía su participación en la Premier League. El Arsenal pidió por orden explícita de Wenger el denominado “Special talent”, un permiso especial. Sin embargo, la petición fue denegada y Campbell tuvo que salir de las islas en calidad de cedido. Su destino, Francia, el Lorient. Podemos decir sin ninguna duda que el club inglés ha conseguido con Campbell una inversión impresionante, pues encontrar hoy en día un jugador con tal progresión y tanto olfato con esa relación calidad-precio es algo muy difícil.

Joel Nathaniel Campbell Samuels (26 Junio de 1992, San José, Costa Rica). A pesar de sus orígenes anglosajones, Campbell defiende con orgullo a su país como ha manifestado en más de una ocasión. Sus inicios en el fútbol se remontan como en muchas ocasiones a un parque callejero. El parque de la Sabana, en Mata Redonda, vio las primeras obras de arte de un niño costarricense que con 5 años apuntaba maneras. Tal fue así que poco después, cambió el parque por una cancha de fútbol, la del equipo de su barrio, San Rafael. Su estancia allí fue efímera, pues sus goles y dotes futbolísticos no tardaron en llamar la atención de otros equipos. Campbell fichó por Liga Deportiva Alajuelense. A nivel deportivo brilló en Liga, pero ciertos problemas con un contrato con el que ni padre ni jugador estaban de acuerdos, provocaron su marcha de Liga, con destino a Deportivo Saprissa, donde jugó desde los 12 años hasta consagrarse en primera división. Esta última temporada fue cedido a Puntarenas, precisamente el club contra el que debutó oficialmente en 2009, donde jugó hasta verano, hasta su emigración de las Américas, buscando suerte en Europa.

Pero muchos todavía os preguntaréis... ¿Quién es Campbell? Campbell es un segunda punta, si bien puede actuar de clásico ariete. Por sus características físicas, ha sido comparado con Samuel Eto’o. Salvando las distancias, se asemejan mucho en cuanto a fortaleza física, velocidad y esa habilidad para el gol digna solo de algunos escogidos, los denominados “killers”. Los menos soñadores y fantasiosos, ven en Campbell la reencarnación de su compatriota Paulo Wanchope, aquel histórico delantero de la selección costarricense.

Zurdo en preferencia, no descarta usar la derecha en cuanto sea necesario, teniendo un hábil control con ambas piernas. 178 centímetros y 70kgs de talento. Es un delantero astuto, pillo, con movilidad y con libertad absoluta de juego. Puede caer a banda para encarrilar diagonales aunque se siente más cómodo en la frontera del área. Técnicamente no es un prodigio, pero enmascara su carencia con una gran colocación y decisiones rápidas, instintivas, convirtiéndose en un jugador muy valiente e incisivo. Jugando al contraataque es letal, pues tiene las nociones tácticas muy asentadas en su cabeza, además de una gran zancada, velocidad y finalización. No es una figura, es un trabajador colectivo, un peón más, un obrero haciendo su trabajo, marcar. Por estas cualidades precisamente por las cuales recuerda tanto a Eto’o. Tiene también una gran potencia de salto, hecho que le convierte en un gran rematador de cabeza.

Cualidades no le faltan, carácter tampoco. Pero como todos sabemos, el fútbol es caprichoso y el destino de cada jugador está marcado por pequeños actos. Veremos qué pasa con el niño de las Américas Cruzadas.

Redactor - Kilian Caballero