martes, 13 de marzo de 2007

MUCHO NOMBRE Y POCO FÚTBOL

INTER 2 - MILAN 1

Sobre el terreno muchos nombres y poco en juego. El Inter con el Scudetto bajo el brazo y fuera de su gran ilusión europea. El Milan recortando puntos para tratar de colarse de nuevo en la Champions con la cuarta plaza. La nota curiosa sería ver repetido el "caso Liverpool" que tanto revuelo causó donde los de Benítez, habiéndose quedado fuera de los puestos de Champions en la Premier no podían defender su título. La UEFA decidió en su momento que no se volvería a repetir una concesión como la de ese año pero el Milan pesa mucho... todo se verá.

En cuanto al partido, como digo, muchas estrellas en San Siro: Ibrahimovic, Figo, Ronaldo, Pirlo, Kaká, Seedorf, Crespo... por nombres no sería, el problema está que el Calcio es experto en eclipsar la magia de sus jugadores más talentosos, sobreponiendo la fuerza en detrimento de la calidad.

La expectación se notaba y el rencor interista también. En las puertas de acceso al campo se habían repartido cientos de silbatos para abroncar a Ronaldo cada vez que tocara el balón por su fichaje por el eterno equipo rival. Ronny y su 99 acaparaban toda la atención mientras las escuadras saltaban al terreno de juego.

El esférico comenzó a rodar y como era previsible, cada vez que el "gordo" brasileño tocaba el balón los silbidos sordos se sucedían. Todo ese ruido de fondo llevó a la escena más cómica de los 90 minutos cuando, conduciendo Ronaldo el balón por tres cuartos de campo, incomprensiblemente se detiene y se gira en dirección al árbitro desconcertado por haber pitado. ¿El problema? Que el colegiado no había pitado nada y Ronaldo comprendió que se había confundido con algún silbato de la gradería para la risa burlona de San Siro.
Quizás eso o quizás su motivación especial por jugar contra el equipo en el que militó duranto 5 temporadas lo que llevó al "gordito" a recoger un balón fuera del área en el extremo derecho, encarar a su central, buscar el hueco hacia el centro y soltar un latigazo con la zurda marca de la casa ante el que Julio César no pudo hacer nada. Golazo del 9, ahora 99, brasileño que cerraba muchas bocas, acallaba muchos silbatos y daba la sorpresa en el videomarcador. El Milan de visitante iba ganando al líder.
Con un gesto que popularizó Riquelme en Boca celebró eufórico su golazo.

Una vez saciado el morbo queda el resto: un partido tosco, impreciso, intermitente, sin medio campo... un cruce de nivel alarmantemente bajo para quienes se estaban viendo las caras.
El Milan más frágil defensivamente de las últimas décadas aguantaba como podía las contras interistas siempre conducidas por el astro sueco, Ibrahimovic, que era el único que trataba de dar un poco de salsa y clase a la mediocridad que se estaba viendo.

Así concluyó la primera parte y la segunda se reemprendió de igual modo. El Milan basando sus jugadas en buscar a la desesperada a Kaká para que imaginara espacios y jugadas de gol donde no las existían. El Inter llevando contras de la mano de Ibrahimovic i Figo, ambos muy activos durante todo el encuentro. La clase del sueco se evidenciaba cada vez que tocaba el balón pues era el único capaz de imprimir una velocidad extra y de romper a media defensa con un par de "dribblings" diabólicos.

No parecía encontrar puerta el Inter por lo que Mancini se decidió por suplir al voluntarioso Crespo por su hombre-gol Júlio Cruz. Cruz sin duda una de los hombres más rentables del Inter, el típico delantero que cuando entra en la segunda parte siempre moja y para cuando se le premia con la titularidad no marca. Ayer fue si cabe más determinante que nunca. A los pocos segundos de entrar, el primer balón que toca es para introducir un pase de la muerte de Zlatan Ibrahimovic al fondo de la red y establecer de nuevo las tablas en el marcador.

El segundo balón que tocó fue un taconazo delante de Dida que lanzó por encima del larguero.
Y el tercer balón fue una recuperación de balón que culminó devolviéndole el favor al sueco y que éste no desaprovechó para poner por delante al Inter y zanjar el encuentro.
El Milan por su parte no supo rehacerse y la dependencia de Kaká comenzaba a ser insultante para un equipo que pretende colarse en semifinales de la Champions.

La verdad, muy poquito fútbol el que vimos el pasado fin de semana en San Siro con dos equipos fuertes del calcio y que evidencian que el campeonato está un escalafón por debajo de otros como el español o inglés. De ahí se entiende, y sin quitar méritos a los chés, que el Valencia eliminara al equipo de los récords en Italia y le hiciera bajarse los humos de invencibles.
Con todo la liga italiana está cerrada, con el Inter como indiscutible ganador, y con el Milan que deberá seguir luchando con Empoli y Fiorentina para hacerse con la preciada cuarta plaza que da acceso a la liguilla previa de la Champions.

1 comentario:

Tips de merengue dijo...

Felicitats pels vostres articles del futbol internacional. Alguns no tenim ocasió de conèixer amb tanta profunditat les altres lligues.
Endavant.